Toxina Botulínica en el Tratamiento de las Arrugas:
Reír, llorar, enojarse, cuando expresamos nuestras emociones, las contracciones musculares forman constantes marcas en la piel, que conocemos como arrugas.
Además de la acción muscular, las arrugas también son causadas por diversos factores, como el envejecimiento, la gravedad, la exposición al sol, la mala alimentación, el tabaquismo y la genética.
Toxina Botulínica:
Actualmente el procedimiento más utilizado para la prevención y tratamiento de las arrugas es la aplicación de una substancia llamada Toxina Botulínica. Descubierta hace más de un siglo, se utiliza desde los años 80, se trata de un complejo de proteínas de origen biológico.
La Toxina Botulínica está indicada para:
- Arrugas y "patas de gallo"
- Arrugas peri bocal
- Arrugas del cuello y del pecho
- Líneas de la frente
- Elevación y arrugas entre las cejas
- La sonrisa gingival
- Y la región nasal
Ademas de estas indicaciones la Toxina Botulínica se utiliza también, para tratar la sudoración excesiva, transtorno conocido como Hiperhidrosis.
Aplicación de la Toxina:
La Toxina Botulínica tipo A, es un procedimiento rápido y seguro. Para los pacientes más sensibles se puede aplicar una crema anestésica o compresión simple con hielo.
La Toxina se aplica mediante una aguja muy fina en los puntos específicos de los músculos responsables por los movimientos que producen las arrugas, estos puntos son seleccionados de acuerdo con las características de cada persona.
En pequeñas dosis, ella bloquea la liberación de Acetilcolina, el neurotransmisor responsable de llevar los mensajes eléctricos del cerebro a los músculos.
Como resultado, el músculo no recibe el mensaje de que debe contraerse, haciendo que las líneas de expresión desaparezcan.
Terminado el procedimiento, el lugar donde fue aplicada aparecerá enrojecido o con pequeños moretones que desaparecen en pocos días y se resuelven fácilmente con el uso de bases correctivas.